Ingredientes

250 gramos Harina integral de maíz Mulino Marello para postres

100 gramos Harina de arroz integral Mulino Marello

50 ml de aceite de maíz

Media cucharadita de bicarbonato de sodio

Zumo y ralladura de medio limón ecológico

100 ml aproximadamente de bebida vegetal de arroz ecológica

Una cucharada de azúcar de coco orgánico

Compota de fresas sin azúcares añadidos

fresas al gusto

Semillas de chía al gusto

Procedimiento

Mezclar las harinas en un bol, agregar el bicarbonato de sodio junto con el jugo y la ralladura de medio limón. Agrega el aceite, la bebida vegetal y el azúcar de coco y mezcla. Debes obtener una masa fácilmente trabajable para extender en tu molde. Reserva una pequeña parte para decorar la superficie. Rellenar con la compota de frutas y completar con el resto de la pasta estampada. Cocine a 180 grados durante unos 20 minutos. Dejar enfriar y decorar con rodajas de fresa y semillas de chía.

En primavera y verano las tartas de frutas no deben faltar en nuestros desayunos.

Deben ser así, ricas en fibra e integrales, bajas en azúcar y adornadas con semillas y fruta fresca.

Inevitable ahora con las fresas, pero pronto podremos darnos el capricho con las tartas de cerezas, arándanos, frambuesas y melocotón.

Una auténtica forma de empezar el día con energía, nutrición y buen humor.

Una forma de renovar en sabor y forma las tartas tradicionales independientemente de nuestra necesidad de comer sin gluten.

Esta masa tiene un sabor rústico y poroso gracias a la harina integral de maíz, realmente perfecta para hacer masa quebrada. Es posible optar por no utilizar mantequilla, leche ni huevos, lo que garantiza un resultado extremadamente ligero y digerible, ciertamente preferible en el calor, también debido a la fácil perecibilidad de los ingredientes clásicos.

Me gusta preparar mis tartas así, sencillas e imperfectas, con aroma a hogar, pero llenas de amor por nosotros y por quienes las comeremos en nuestra compañía.

También recuerdo que las fresas son una de las frutas más ricas en vitamina C, un precioso antioxidante esencial para mantenernos jóvenes, fortalecer el sistema inmunológico, tonificar y dar elasticidad a la piel y a nuestros tejidos.

El punto fuerte de esta tarta vegana de fresas es la riqueza en fibra contenida en las harinas, pero también en las frutas y las semillas de chía añadidas rigurosamente crudas. Ayuda a activar suavemente el intestino que muchas veces tiende a volverse perezoso en esta estación. Si no tienes semillas de chía, sustitúyelas por semillas de girasol o almendras picadas.