Ingredientes para 15 piezas aproximadamente
200 g de guisantes frescos o congelados
150 g de harina de maíz Mulino Marello muy fina
Aproximadamente 100 ml de agua
sal integral al gusto
una pizca de bicarbonato orgánico
20 ml de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de orégano seco
Procedimiento
Cocer al vapor o blanquear los guisantes durante 5 minutos. Licúalos. En un bol mezcla la harina con el aceite y el agua, agrega la sal, el bicarbonato y finalmente la crema de guisantes. Si la masa está pegajosa, agrega más harina de maíz. Formamos unas bolitas, las aplastamos ligeramente, las cubrimos con orégano y un chorrito de aceite y las cocinamos en el horno a 180 grados durante unos 20 minutos.
¡Una receta deliciosa, para personalizar según la temporada y los gustos!
Prueba la variante con espárragos, calabacines o achicoria.
Elegí los guisantes, frescos y sabrosos en primavera, que además de su sabor, aportan preciadas proteínas vegetales, haciendo que estas galletas sean realmente completas desde el punto de vista nutricional.
¿Cómo comer?
Para un refrigerio salado durante el día, quizás con unas rodajas de aguacate.
Por qué no, también para el desayuno, para los amantes de lo salado, acompañado de un zumo de zanahoria, manzana y jengibre.
A mí me gustan mucho en las comidas, para acompañar con espinacas en aceite y limón, para untar con una crema de tahini de sésamo o para enriquecer un minestrone.
¿También para el aperitivo? ¡Por supuesto, puedes servirlos así, para un aperitivo en la terraza con amigos junto con unas salsas y un dip de verduras de colores!
¡Deja volar tu imaginación e inspírate! ¡Lo que importa es que estas sabrosas galletas son realmente ricas, sencillas y rápidas de hacer e improvisar!
Buenas tanto frías como calientes, se conservan un par de días en el frigorífico.
Naturalmente sin gluten y rico en fibra, completamente vegetal y sin levadura.
Artículo de la Dra. Isabella Vendrame, psicóloga, escritora y divulgadora food coach.