
Ingredientes para 15 piezas aproximadamente
200 gramos de Harina fina de maíz Mulino Marello para postres
50 g de almidón de maíz orgánico
Medio sobre de levadura natural a base de bicarbonato y crémor tártaro
50 ml de aceite de maíz
Aproximadamente 150 ml de agua
20 – 30 g de azúcar de coco orgánico
1 cucharadita de cúrcuma orgánica en polvo
Jugo y ralladura de un limón sin tratar.
Procedimiento
Mezcle la maicena, la cúrcuma, el aceite y el azúcar de coco con el agua. Agrega todo esto a la harina mezclada con la levadura y el jugo y ralladura de limón. Mezclar todo. La masa debe quedar húmeda y si es necesario añadir más agua. Con ayuda de una cucharadita, toma un poco de masa y coloca tus galletas en la bandeja del horno. Cocine en horno caliente a 180 grados durante unos 15 minutos.
Tiernas galletas con un delicado aroma especiado, completamente vegetales.
Para el desayuno o la merienda, apto para untar con una compota de frutas sin azúcar o una crema de almendras.
Hacer galletas es una de las cosas que siempre disfruto hacer. Intento personalizarlos cada vez, adaptándolos obviamente a la temporada y a mi estado de ánimo.
Esta vez elegí maíz como ingrediente básico, luego cúrcuma y limón para aportar la energía del último sol a estos dulces.
La nostalgia del verano y de los largos días de luz se hace sentir... y por eso aquí tenéis un dulce abrazo para recordar los bonitos días de ocio, el olor del mar o del bosque.
Estas galletas son suaves gracias a la mayor hidratación en comparación con la masa quebrada más clásica y se pueden cortar fácilmente por la mitad y rellenar y luego quizás mojarlas en una leche dorada de cúrcuma, una taza de té verde con limón o acompañarlas del primer jugo de naranja recién exprimido.
La falta de huevos o mantequilla no causa ningún daño, al contrario, obtenemos un alimento especialmente digerible, más fácil de conservar y menos calórico.
Agregué una pequeña cantidad de azúcar de coco a la mezcla para percibir claramente la nota picante de la cúrcuma y el sabor de la ralladura de limón. Si tu boca está acostumbrada a sabores especialmente dulces, te aconsejo aumentar la cantidad, pero en cualquier caso sin superar los 50 g.
Artículo de la Dra. Isabella Vendrame, psicóloga, escritora y divulgadora food coach.