- Calabazas de pan
- Lasaña de calabaza y cúrcuma
- Brownes de calabaza y dulce de azúcar
¡Creo que no hay verdura más versátil en la cocina que la calabaza!
Desde cremas hasta risottos, desde ñoquis hasta lasañas, al horno o al vapor, crudas en ensalada o en jugo, pero también albóndigas y pasteles de verduras hasta recetas de tartas y cremas de cuchara. Sólo nos queda ir en contra de nuestros propios gustos y adaptar a nuestro gusto este maravilloso regalo del jardín.
La calabaza es una excelente fuente de vitaminas A, E, C, minerales como el potasio (¡más que los plátanos!), zinc, magnesio, cobre y selenio y antioxidantes.
De hecho, como todas las verduras y frutas de color naranja, la calabaza es rica en betacaroteno útil para combatir el envejecimiento y la degeneración macular, para proteger el sistema circulatorio y, junto con el licopeno, para prevenir el cáncer.
la abundancia de fibras lo convierten en un aliado en caso de estreñimiento, mientras que la presencia de aminoácidos y en particular de triptófano que ayuda al organismo a producir serotonina, por lo que es adecuado para quienes padecen ansiedad e insomnio ya que facilita la relajación y el buen humor.
Por tanto, no puede faltar en nuestras mesas, especialmente en este período particular en el que estamos sometidos al estrés, la ansiedad y la necesidad de fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Color y alegría, dulzura y alimento, en cualquier momento del día.
Pensé en tres recetas a base de calabaza que fueran originales, genuinas y aptas para los gustos y necesidades de toda la familia... como pan de calabazas, sándwiches con forma y sabor a calabaza. Rellenar como queramos, por ejemplo con crema de guisantes, champiñones y rúcula, para quedarnos con la parte vegetal.
el lasaña de calabaza y cúrcuma, de maravilloso color intenso gracias a la adición de esta beneficiosa especia, preparado con láminas de arroz y maíz y una bechamel de verduras a base de arroz integral. Porque lasaña también puede ser así, sencilla, sin necesidad de mantequilla, leche ni queso, sumamente ligera y digerible. Y no podía faltar un postre, porque la calabaza tiene la ventaja de ayudarnos a sustituir de forma natural nuestros edulcorantes o al menos reducir la adición de azúcar u otros almíbares. La combinación con chocolate es realmente ganadora, te lo garantizo, no sólo como experiencia sensorial, ¡sino también por el efecto positivo inmediato en el estado de ánimo! Prueba estas calabazas y marrones oscuros, ¡con un sabor y textura realmente sorprendente! Para disfrutar como merienda con niños y adolescentes o como postre exquisito.
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